Posdoctorados: ¿experiencia laboral o formación académica?


Científicos dicen que en Colombia existe un malentendido sobre estas estancias de investigación.


En las últimas semanas, las redes sociales han sido escenario de un intenso debate en torno a los posdoctorados, todo debido a que mientras en la mayoría de países hay un consenso al considerarlos una etapa laboral de investigación, en Colombia siguen siendo ofertados por algunas instituciones de educación superior como un nivel de formación académica posterior al doctorado, en muchos casos con un costo de matrícula.

Científicos de distintas instituciones han criticado de manera vehemente esta segunda interpretación de los ‘posdocs’. Uno de ellos es Diego Torres, coordinador de programas estratégicos de la Facultad de Ciencias de la Universidad Nacional, quien asegura que “en Colombia, por una falta de claridad y de formación en el Gobierno en estos temas, y por la forma como el mismo Gobierno evita someter decretos y resoluciones ante la comunidad especializada, se encuentra en diferentes normas la ‘etapa de formación posdoctoral’, lo cual, según afirma, no debería ser posible, pues el máximo título académico al que puede aspirar una persona es el de doctorado, o Ph. D.

De hecho, dentro de la Ley 30 de 1992, que establece los fundamentos de la educación superior en el país, se abrió la puerta a la ‘formación posdoctoral’, y que se asocia a normas posteriores, como el decreto 1785 de 2014 (derogado por el 1083 de 2015) y el decreto 2772 de 2005. De acuerdo con Torres, lo anterior va en contravía total del significado de los posdoctorados:

“No son una etapa de formación académica. Y a nivel internacional e inclusive nacional, hay un acuerdo de que un posdoctorado corresponde a una etapa laboral provisional por la que el investigador recibe una remuneración. Estas estancias, como se las conoce, son desarrolladas después de la formación doctoral para hacer uso de las capacidades y la experiencia desarrollada en el doctorado y apoyar esfuerzos de investigación en un grupo”, dice Torres.

Marcela Aragón, vicedecana académica de la Facultad de Ciencias de la Nacional, califica la situación como un “verdadero exabrupto que deja muy mal a la comunidad científica y académica a nivel internacional”.

“Somos un país en donde la experiencia laboral la certifican los notarios, y ahora vamos a pagar por tener títulos ‘posdoctorales’. Esto ha sido aprovechado por ciertas instituciones universitarias, tanto públicas como privadas, para abrir y otorgar estos ‘programas de posdoctorado’, insistimos, en contravía de la realidad”, asegura Aragón.

Lo que dicen las universidades

EL TIEMPO indagó con algunas de las instituciones que ofrecen certificaciones posdoctorales en Colombia. Una de ellas es la Universidad de San Buenaventura de Cali, que tiene un programa de posdoctorado en Alta Investigación en Educación Intercultural, en dos ciclos de nueve meses.

Al ser consultada sobre si tiene un valor semestral o si los posdoctorandos reciben una remuneración por cursar el programa, Claudia Vélez, directora del programa, se abstuvo de proporcionar información.

En cambio, manifestó que las dudas sobre estos programas “están fundamentadas en información y afirmaciones difamatorias”, y agregó que los posdoctorados “son legales, el hecho de que haya crítica es irresponsable”.

“No es cierto que los posdoctorados sean solamente un trabajo; existen muchas modalidades de hacer alta investigación, y las que nosotros ofrecemos son herramientas para los doctores para generar nuevo conocimiento después del grado de doctor”, dice Vélez.

Por su parte, la Universidad El Bosque, que ofrece un posdoctorado en Bioética por un valor de 4,9 millones de pesos el semestre, dijo que la justificación académica para tener este posdoctorado, de formación académica e investigativa, “parte de la necesidad de propiciar un espacio de formación que aporte al avance de procesos de construcción de conocimiento teórico y práctico”.

EL TIEMPO intentó infructuosamente obtener una respuesta del Ministerio de Educación frente a este tema. Finalmente, antes del cierre de esta edición, Luis Fernando Pérez, viceministro de Educación Superior, le dijo este domingo a este diario que prefería no pronunciarse.

En una entrevista en vivo transmitida el viernes por las redes de EL TIEMPO, Mabel Torres, ministra de Ciencia, dijo que parte de esta discusión puede deberse a que los posdoctorados se incluyen en la sección de formación académica del CvLAC, la hoja de vida en línea en la que los investigadores dan cuenta de su trayectoria.

“Sin embargo, cuando se ven los detalles de la plataforma, el posdoctorado se valida como una estancia de investigación”, afirmó Torres.

Aclaración: en una versión anterior de esta nota se afirmaba que el posdoctorado de la Universidad San Buenaventura de Cali constaba de dos ciclos de nueve semestres, cuando en realidad se trata de dos ciclos de nueve meses.


El artículo "Posdoctorados: ¿experiencia laboral o formación académica?" fue publicado originalmente en el portal www.eltiempo.com

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